Cuando el amor puede más que cualquier objetivo profesional en la vida, aunque se trate quizás del más importante. Así pasa por estos días la vida de Joana Bolling, jugadora del seleccionado argentino de handball.
Bolling recientemente logró cumplir un gran sueño, y nada tuvo que ver con su labor deportiva, ya sea en el equipo Mariano Acosta donde se desempeña o el combinado nacional.
Se trata de algo mucho más importante: donó un riñón a su padre, Elnes Bolling, exjugador de la liga argentina de básquet, y así ponerle fin a la insuficiencia renal que sufre desde hace años.
Si bien su padre se negaba a la posibilidad de que ella sea su donante, finalmente Joana logró convencerlo y hace pocos días se llevó a cabo la operación que ella tanto anhelaba para aliviar el dolor de Elnes, nacido en las Islas Vírgenes.
Claro que esta decisión marginará a Joana de las canchas por un tiempo, dejando de lado el sueño de participar en los Juegos Olímpicos, pero no hay dudas que ella ya ganó su gran campeonato.
«No iba a dudar de donarle mi riñón porque coincidieran las fechas. Sin duda esto es mucho más importante», dijo Joana.